Las mayores limitaciones presupuestarias y la creciente demanda de grandes cantidades de ancho de banda de red están obligando a las organizaciones a enfrentarse con la elección de construir redes privadas dedicadas o continuar comprando servicios de red gestionados. Construir una red privada—ya sea una red nacional, regional, metropolitana o de campus—resulta cada vez más atractivo debido a la necesidad de ofrecer soporte para big data, movilidad, y consolidación de centros de datos, o para mejorar la confiabilidad y seguridad de datos críticos y altamente sensibles.

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